El reporte indica que la razón detrás de estos problemas es que los días sábado y domingo Cody estaba combatiendo un fuerte problema de salud, una infección, que lo tenía con una alta fiebre en cama, a tal punto en que el luchador no podía discernir los momentos en los que estaba despierto de los que pasaba durmiendo. Si bien el luchador se encontraba un poco mejor al momento de subir al ring, se entiende un agotamiento y posibles secuelas del malestar general de los días previos y que no se haya curado del todo por arte de magia.
El reporte indica que la directiva aprecia la profesionalidad del luchador, y que fueron comprensivos con su ausencia para la programación original de la lucha, sin embargo, lamentablemente no hay nada que se pueda hacer respecto al desmedro de nivel en su actuación producto de la condición que arrastró. Como es de esperar, Cody tendrá su revancha titular, en la que esperemos que pueda luchar en entereza física, ahora solo nos queda fantasear con que hubiera pasado la noche del domingo en Las Vegas si Cody no hubiese estado enfermo, ¿creen que el resultado hubiese sido diferente? Le dejamos a nuestros lectores la respuesta.